jueves, 30 de septiembre de 2010

Filigrana de Catacaos



A 12 kilómetros de la ciudad, Catacaos es el rincón más tradicional del departamento de Piura.
Etimológicamente la palabra Catacaos deriva de las voces sec "catac" (valle grande) y "ccaos" (exuberante). Y es en este "Gran Valle Exuberante" en el que se asentaron Tallanes, Mochicas y Chimúes, donde junto a una deliciosa comida y variadas piezas de  artesanía,  se fabrica la filigrana, un delicado trabajo de orfebrería que fina que consta de hilos de oro y plata, unidos y soldados con mucha perfección y delicadeza.
Esta técnica ancestral, constituye la actividad artesanal mas difundida y mejor organizada  de la región,  siendo así que el 19 de marzo del presente año, en el día del artesano;  el INC (Instituto Nacional de Cultura) le otorgo el grado de Patrimonio Cultural de la Nación por sus diseños, por el conocimiento y la habilidad que implica y por contribuir a la construcción de identidad en la localidad y el país. 

miércoles, 22 de septiembre de 2010

El retablo Ayacuchano

Del Latín retabulus o retrotabule (lo que va detrás de la mesa). El retablo era originalmente un conjunto de grandes dimensiones situado detrás de los altares en las iglesias. Al llegar al Perú, la tradición española de tener tabernáculos portátiles y nacimientos, conocidos como "belenes" fue una de las mejores acogidas en el mundo andino. 
Los cajones San Marcos, utilizados por los sacerdotes españoles para evangelizar a los indígenas ahí donde no había una iglesia, tenían un solo nivel en el que se representaba al santo protector y varios animales, dispuestos en una narración simbólica religiosa. Hasta el día de hoy el San Marcos es usado para presidir el ritual de la herranza, o fiesta de Santiago, y para convocar a los espíritus que viven en las montañas.
Como muestra del sincretismo inevitable, los ahora retablos, pasaron a tener un triángulo en la parte superior simbolizando un cerro, y a llevar en su interior no solo santos sino distintas efigies sagradas camufladas entre los elementos “oficiales”  para cuidar las viviendas y a los viajeros que las llevaban consigo.
En la década de 1940, escultores ayacuchanos e intelectuales limeños de la corriente indigenista, impulsaron el renacer de este arte cuyos secretos son guardados  con mucho recelo por los artesanos que  restringen su transmisión solo a sus descendientes y discípulos escogidos, quienes deben permanecer años dentro del taller para poder dominar plenamente todas las técnicas. El retablo lleva mucho trabajo y uno de los aspectos básicos es el de la preparación de la pasta para el moldeado de las figuras.
La base es una caja rectangular, normalmente hecha de cedro, cuyas dimensiones clásicas son de  32 cm. de alto y 26 cm. de ancho. En el fondo se colocan figuras de unos 6 cm. que se fabrican con una pasta hecha sobre una base de papa hervida y molida mezclada con yeso . La parte posterior se tapa generalmente con una madera delgada y las puertas se unen a la caja con unas tiras de cuero.
 Hoy en día se exhiben dentro de ellos, vírgenes embarazadas y santos de cuello largo. También se representan manifestaciones patrióticas como desfiles militares o se dedican a  presidentes o personajes de moda.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Torito de Pucará



Entre los años 100 a.C. y 300 d.C, se desarrolló a orillas del lago Titicaca una sociedad compleja: la cultura Pucará.
El pueblo de Pucará, en el Departamento de Puno, con una extensión aproximada de seis kilómetros cuadrados, constituyó el primer asentamiento propiamente urbano del altiplano lacustre.
Su esfera de influencia, llegó por la Sierra Norte hasta el valle del Cuzco y por el sur hasta Tiahuanaco. En la costa del Pacifico se han encontrado evidencias Pucara en los valles de Moquegua y Azapa, aunque hay vestigios de su presencia en la región de Iquique y hasta en la desembocadura del rio Loa.
Pucará representa, en la cuenca norte del Titicaca, el dominio pleno del hombre sobre el medio ambiente, ya que no solo fueron controlados todos los recursos naturales disponibles, sino que además se crearon otros nuevos.  Los "camellones", que permitían la agricultura en terrenos inundables a orillas del lago Titicaca, aseguraban una agricultura de altura intensiva
Durante esa época se adquieren complejos conocimientos sobre la hidráulica y la construcción y es a partir de ella que los pobladores del altiplano comienzan a controlar directamente pisos ecológicos diversos estableciendo colonias permanentes en el valle interandino del Cuzco y de Moquegua en la vertiente occidental de los Andes, estrategia de desarrollo posteriormente consolidada y potenciada por los Tiahuanaco.
El “Torito de Pucará” es una de las expresiones  más originales de la fusión andino-española que forma parte de la cultura mágico-religiosa en la zona altiplánica de Puno dese épocas coloniales. Representa una tradición que constituye un ritual que se mantiene en el sur andino en las ceremonias de marcación del ganado como símbolo de la procreación de rebaños, la unidad familiar, el cuidado y preservación de las viviendas. Por eso es frecuente observar toritos sobre los techos de las casas.
La parada en la antigua estación del tren que pasaba por Pucará, le dio la denominación al famoso torito, ya que allí llegaban los artesanos del distrito de Santiago de Pupuja para venderlos a los turistas de paso. Así se extiende la tradición del torito a las manos de los artesanos de Pucará, poseedores de una ancestral tradición ceramista.
Hoy en día, es lamentable como las limitaciones económicas y el escaso apoyo impiden que muchos artesanos continúen cultivando este emblemático testimonio de arte ancestral.

El Mate Burilado


El termino “Mate” deriva del quechua “Mati”, utilizado para referirse al plato hecho de un fruto parecido a la calabaza (LagenariaHYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Lagenaria_vulgaris" HYPERLINK "http://es.wikipedia.org/wiki/Lagenaria_vulgaris"vulgaris) que crece en las zonas cálidas del Perú , en este, los  pobladores de más de una cultura con raíces pre-incaicas, vienen burilando, pirograbando y quemando distintas muestras de sus costumbres, vivencias y tradiciones desde hace unos 5000 años aproximadamente.
La increíble antigüedad de estas piezas se confirmó gracias al arqueólogo estadounidense Junis Bird, quien descubrió en el Complejo Arqueológico Huaca Prieta, en La Libertad, dos pequeñas calabazas grabadas de unos 4.500 años, certificando la presencia de este tipo de inscripciones en el mundo preincaico.
Las culturas de la Costa Norte: Mochica y  Chimú, crearon mates con figuras geométricas de peces y aves, y  en lugares como Huara, Ancón, Pachacamac y la Costa Sur, se han descubierto mates de similares características. Sin embargo, fueron los Incas los que desarrollarían esta técnica con mayor efectividad; haciendo recipientes, instrumentos musicales y objetos ceremoniales que representaban sus actividades agrícolas y sociales, acompañadas de motivos geométricos.   
Durante la colonia, el terrible holocausto humano y cultural que sufrieron los antiguos peruanos, se tradujo también en la producción de mates burilados que decayó significativamente. Luego, tras la independencia, se hicieron populares los mates con motivos costumbristas, acorde a los primeros años de la época republicana. Estos se fabricaron en Piura, Lambayeque, Ancash y Ayacucho principalmente
Hoy en día se siguen fabricando burilados en regiones de Ayacucho como Huanta, en la Costa Norte e incluso en Lima, sin embargo, gozan de mayor fama y reconocida calidad, los mates hechos en el valle del Mantaro, en las comunidades campesinas de Cochas Chico y Cochas Grande en Junín, concretamente. Cabe resaltar, que a las creaciones tradicionales se ha sumado una creciente producción de mates burilados creados con la expresa intención de ser vendidos como recuerdos para los turistas. La iconografía de estos fluctúa entre variados motivos de fácil asociación con el Perú, como las líneas de Nazca, hasta pintorescas representaciones de dibujos animados.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Armoniosa civilización




“La civilización llega con el intercambio armonioso de los excedentes de la producción” reza el concepto;  mas, “armonioso”, es el adjetivo de armonía, y esta, hoy en día, brilla por su ausencia. ¿Es qué acaso podemos llamarnos entonces civilizados?

En el Perú existe civilización desde hace 10,000 años. Los primeros pobladores de este territorio, hordas trashumantes que no alcanzaban aún la etapa de domesticación, comenzaron con el intercambio, lógico entre dos o más grupos, de pescados, frutos y conocimientos a cambio de protección y apoyo en confrontaciones con “familias” foráneas.  

Más adelante, hace unos 5.000 años más o menos,  con el desarrollo de la domesticación de cultivos, comenzó recién el hombre a abandonar sus costumbres nómades para adoptar las sedentarias. Esto debido a la necesidad que tenían ahora de permanecer cerca a su producción agrícola y ganado. Comienzan entonces los primeros atisbos del odioso concepto de “propiedad privada”.

Con el hombre asentado comienza el desarrollo de la cultura, la lengua y una larga lista de rasgos comunes a los integrantes de un mismo asentamiento que son los que derivarían más tarde en la formación de naciones y países condenados a olvidar el carácter primigenio de su identidad como tribus.  

Hoy en día, no se conoce en el Perú persona sin nombre y apellido, sin embargo estamos lejos de poder hablar de armonía, y esto se debe a la falta de identidad de la que adolecemos. Somos hijos de la tierra, descendientes delos primeros hombres que caminaron por el mundo creando con su consecutiva unión y reproducción, distintas razas y culturas, por eso estamos llamados a mirar atrás, conocer, investigar, y sobre todas las cosas valorar la única fuente que el peruano debe utilizar para reconstruir su auto estima: NUESTRAS RAICES.

                                                                                                                                                                                                      El Editor.